Mírame, vengo a contarte que alguien se muere por ti.
Es la historia de un cobarde que argumenta un sin vivir.
Él se sorprendio entre copas, reclamándole a algún Dios
que acabara con su miedo para abrir su corazón.
Mientras tanto imaginaba que a su lao estabas allí
y otra copa alimentaba el valor para decir
los secretos que guardaba y que a nadie confió,
y al dejar desnuda el alma, entre sueños confesó...
Que si tú se lo pidieras pintaría la primavera,
en un frío de agua invierno pa' que flores recogiera
y una rosa sin espinas pa' prendértela en el pelo,
por un beso de esos labios con sabor a caramelo.
Que si tú se lo pidieras pintaría la primavera,
en un frío de agua invierno pa' que flores recogiera
y una rosa sin espinas pa' prendértela en el pelo,
por un beso de esos labios con sabor a caramelo.
Recobró cordura al alba, el sentido en su vivir,
un vacío le embargaba, condenándole a sufrir.
No sé cuándo, pero entonces algo en él se despertó
y hoy necesitó contarte que aquel cobarde era yo.
Que si tú se lo pidieras pintaría la primavera,
en un frío de agua invierno pa' que flores recogiera
y una rosa sin espinas pa' prendértela en el pelo,
por un beso de esos labios con sabor a caramelo.
Que si tu se lo pidieras pintaría la primavera,
en un frío de agua invierno pa' que flores recogiera
y una rosa sin espinas pa' prendértela en el pelo,
por un beso de esos labios con sabor a caramelo.